«¿Qué traes en la mano?», le preguntó Carlos Sobera a Marina este jueves en First Dates en cuanto la madrileña entró en el restaurante del espacio de Cuatro.. «Una rodillera para hacer un baile en el que se necesitan rodilleras», le explicó la comensal. «Eres la primera persona que viene con rodilleras a este programa…», le contestó el presentador.. La madrileña afirmó que «las rodilleras son para bailar el twerk. Si no te las pones y la superficie no es la adecuada, enseguida me salen hematomas».. Marina explicó que llevaba año y medio estudiando ese tipo de baile, «pero no me dedico a esto profesionalmente, yo soy enfermera», le comentó al presentador.. «Me gustaría que mi cita fuera más alto que yo, fuerte, con tatuajes, con barbita, ojos claros y con una bonita sonrisa. El físico es importante»; admitió.. «Respecto a la personalidad, que sea gracioso, que esté pendiente de mí y que no le dé vergüenza las muestras de cariño. Me gusta que se note que me quiere», añadió.. Tras colocarse las rodilleras, Marina recibió a su cita del día, Camilo (un soltero que había acudido en busca del amor al programa hace unos meses, sin suerte), bailando twerk.. «Lo poco que me ha dado tiempo a fijarme he visto que tiene la piel clara, es rubia, alta, con buena figura y sus curvas, que eso está guay», reconoció el madrileño.. Ambos pasaron a la mesa para cenar y charlar sobre ellos. Camilo le contó a su cita que era artesano en Fuenlabrada y a ella le gustó ese detalle: «Me gustan los artesanos y el arte con las manos».. La pasión por los tatuajes fue uno de los puntos en los que coincidieron: «Comencé haciéndome un tatuaje en cada extremidad por si hubiera alguna catástrofe y tuvieran que encontrar mis partes, como, por ejemplo, un brazo, que mi madre supiera que era el de su hija», señaló.. Tras pasar por el reservado para subir la temperatura de la cita… «Estoy cachonda, pero él no ha querido más», confesó Marina tras besarse: «Tiene un torso esculpido por los dioses, está bien duro».. Al final, la madrileña sí que quiso tener una segunda cita, a lo que Camilo añadió: «A mí también». La enfermera argumentó su decisión afirmando que «le quiero ver con más soltura y el machete…».
«Son para hacer un baile en el que se necesitan rodilleras», le explicó la comensal
«¿Qué traes en la mano?», le preguntó Carlos Sobera a Marina este jueves en First Dates en cuanto la madrileña entró en el restaurante del espacio de Cuatro.. «Una rodillera para hacer un baile en el que se necesitan rodilleras», le explicó la comensal. «Eres la primera persona que viene con rodilleras a este programa…», le contestó el presentador.. La madrileña afirmó que «las rodilleras son para bailar el twerk. Si no te las pones y la superficie no es la adecuada, enseguida me salen hematomas».. Marina, en ‘First Dates’.MEDIASET. Marina explicó que llevaba año y medio estudiando ese tipo de baile, «pero no me dedico a esto profesionalmente, yo soy enfermera», le comentó al presentador.. «Me gustaría que mi cita fuera más alto que yo, fuerte, con tatuajes, con barbita, ojos claros y con una bonita sonrisa. El físico es importante»; admitió.. «Respecto a la personalidad, que sea gracioso, que estén pendientes de mí y que no le den vergüenza las muestras de cariño. Me gusta que se note que me quiere», añadió.. Tras colocarse las rodilleras, Marina recibió a su cita del día, Camilo (un soltero que había acudido en busca del amor al programa hace unos meses, sin suerte), bailando twerk.. Marina, en ‘First Dates’.MEDIASET. «Lo poco que me ha dado tiempo a fijarme he visto que tiene la piel clara, es rubia, alta, con buena figura y sus curvas, que eso está guay», reconoció el madrileño.. Ambos pasaron a la mesa para cenar y charlar sobre ellos. Camilo le contó a su cita que era artesano en Fuenlabrada y a ella le gustó ese detalle: «Me gustan los artesanos y el arte con las manos».. La pasión por los tatuajes fue uno de los puntos en los que coincidieron: «Comencé haciéndome un tatuaje en cada extremidad por si hubiera alguna catástrofe y tuvieran que encontrar mis partes, como, por ejemplo, un brazo, que mi madre supiera que era el de su hija», señaló.. Tras pasar por el reservado para subir la temperatura de la cita… «Estoy cachonda, pero él no ha querido más», confesó Marina tras besarse: «Tiene un torso esculpido por los dioses, está bien duro».. Al final, la madrileña sí que quiso tener una segunda cita, a lo que Camilo añadió: «A mí también». La enfermera argumentó su decisión afirmando que «le quiero ver con más soltura y el machete…».. Camilo y Marina, en ‘First Dates’.MEDIASET
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