Reservas, compatibilidad y nostalgia se consolidan como palancas financieras clave, con España entre los mercados más activos de la consola más vendida de la historia Leer
Reservas, compatibilidad y nostalgia se consolidan como palancas financieras clave, con España entre los mercados más activos de la consola más vendida de la historia Leer
La Nintendo Switch 2 llegó a las tiendas el 5 de junio de 2025 con un precio de salida de 469,99 euros en su versión estándar y de 509,99 euros en el paquete que incluye Mario Kart World. Su diseño no supone una ruptura radical con la generación anterior, pero sí mejora aspectos clave como la resolución en el modo acoplado, el sonido envolvente y una pantalla más grande. Sin embargo, más allá de las especificaciones técnicas, lo que moviliza al mercado es otra cosa: una combinación de expectativas económicas y vínculo emocional con una marca que atraviesa generaciones.. Desde su presentación oficial, las reservas superaron los 2,2 millones de unidades en todo el mundo. Solo en la primera semana tras su salida al mercado, las acciones de Nintendo en la Bolsa de Tokio subieron en torno al 32%. Se espera que, en el actual ejercicio fiscal que concluye en marzo de 2026, la consola alcance entre 15 y 20 millones de unidades vendidas a nivel global. Se estima que esto representará ingresos por alrededor de 9.000 millones de euros. La cifra no es solo una meta comercial: marca la diferencia entre un ciclo de éxito sostenido y un relevo generacional fallido, como ocurrió en su momento con la Wii U.. En España, el impacto del lanzamiento se percibe con especial claridad. El país se consolidó en los últimos años como el tercer mercado europeo para Nintendo, por detrás de Francia y Alemania, con más de tres millones de consolas Switch vendidas hasta diciembre de 2023. Según datos de la Asociación Española de Videojuegos, el sector generó 2.408 millones de euros en 2024, con 22,1 millones de jugadores habituales. La Switch original lideró las ventas durante seis años consecutivos, y buena parte del ecosistema comercial -desde cadenas como GAME o MediaMarkt hasta tiendas especializadas- ha centrado su estrategia de este trimestre en el impulso que representa la llegada del nuevo modelo.. El precio, sin embargo, no pasa inadvertido. La subida respecto a la generación anterior, que se lanzó en 2017 por 329 euros, se produce en un contexto de inflación acumulada, tipos de interés elevados y menor capacidad de ahorro de las familias. Aun así, el ritmo de ventas inicial sugiere que Nintendo ha sabido fijar un valor que el mercado está dispuesto a pagar, al menos en la fase de lanzamiento. Parte de esa elasticidad del consumo se explica por el modelo de compatibilidad que ofrece la consola: más del 99 % de los juegos anteriores pueden utilizarse en el nuevo dispositivo, lo que reduce la barrera de entrada para los usuarios que ya han invertido en títulos digitales o físicos en los últimos años.. La estrategia de producción también responde a factores económicos. En lugar de depender exclusivamente de China, Nintendo ha distribuido la fabricación entre Vietnam, Tailandia y Malasia, con el objetivo de reducir los riesgos derivados de los aranceles estadounidenses. En el actual contexto de incertidumbre geopolítica, y con la política comercial de Estados Unidos en revisión, esa diversificación logística ofrece un escudo parcial frente a sobresaltos en la cadena de suministro.. Otro factor relevante es la continuidad en los servicios digitales. Nintendo Switch Online cerró 2024 con 38 millones de suscriptores. Con la nueva consola, ese ecosistema se expande y refuerza la venta cruzada de software, expansiones, servicios en la nube y elementos cosméticos. El modelo de negocio de Nintendo se basa menos en la potencia gráfica que en la estabilidad de sus propiedades intelectuales, como Zelda o Pokémon. Esta estrategia ha permitido a la empresa mantener un margen operativo en torno al 30% en los últimos ejercicios fiscales.. La dimensión cultural también tiene efectos económicos tangibles. Parte del atractivo de la consola radica en su capacidad para activar un vínculo emocional con el usuario. Muchos de los compradores actuales crecieron con Game Boy, Super Nintendo o Wii, y ahora reviven esa experiencia junto a sus hijos. Esa transversalidad generacional convierte a la consola en un producto que no solo se vende, sino que se recuerda. Y en economía, la memoria también cotiza.. El lanzamiento de la Switch 2 no solo dinamiza el mercado del videojuego: influye en la facturación de comercios, activa la demanda de desarrolladores independientes -especialmente en regiones como Cataluña, que concentra un tercio del sector en España- y estimula la competencia en la venta de accesorios, donde los fabricantes locales encuentran oportunidades frente a la subida de precios de los periféricos oficiales. Además, para los fondos tecnológicos internacionales, Nintendo sigue siendo un activo relevante, con fuerte exposición asiática y rendimiento sólido en años de transición de producto.. En conjunto, la nueva consola es mucho más que un dispositivo de entretenimiento. Es una plataforma que moviliza recursos logísticos, talento creativo, decisiones de gasto familiar e intereses bursátiles. En ese cruce entre consumo, tecnología y recuerdo, Nintendo ha encontrado una fórmula que, al menos por ahora, sigue funcionando.
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