No ha sido en De viernes. No ha sido en Tardear. No ha sido en Y ahora Sonsoles. No ha sido en El Programa de AR. No ha sido en La Familia de la tele, donde está su amiga Belén Esteban. La primera entrevista de Anabel Pantoja, tras el ingreso de su hija Alma, se ha producido en el podcast La sobremesa de Susana Bicho, en Podimo.. Un hecho que remarca la situación de los programas del corazón en el ecosistema mediático actual. Los personajes públicos prefieren acudir a la tranquilidad de un podcast a sentarse frente a la tele heredada de los años 2000. Aquella televisión agresiva, que pagaba cachés a costa del despelleje en prime time.. En el podcast no se suele pagar, pero las celebrities se aseguran una conversación con el tiempo suficiente para que surja la confianza de la tranquilidad. Una charla en un poderoso clima íntimo, sin apresuradas interrupciones y sin giros dramáticos en busca de subir el share con sobresaltos forzados.. Muchos invitados temen la imprevisibilidad de un plató repleto de gente. Saben que aturulla. Saben que siempre hay papeletas para salir manchados al enfrentarse con la tensión del directo a un tribunal de periodistas obsesionado con cazar el titular.. En cambio, en los podcast se sienten revalorizados y proyectan la sensación de estar a la última moda. Porque los podcast se asocian al «estar a la última», mientras han cogido el testigo de la documental entrevista de autor que ha ido perdiendo los medios tradicionales por las desconfianzas que brotan de tener prisas para todo. Ritmo, ritmo, ritmo. Aunque hay conversaciones de dos horas que son puro ritmo. Sin embargo, a menudo, confundimos ritmo con la abreviatura de la velocidad.. Así los personajes populares declinan la contraprestación económica que se puede torcer en una exposición pública perversa y deciden invertir en imagen pública. Pues el podcast es editado, se graba en el sosiego de un estudio más íntimo y genera un vínculo más de tú a tú con los followers que alimentan las redes sociales de los famosos de hoy.. Famosos de hoy que para visibilizarse no dependen de vender una exclusiva que viene y se va, pues en el medio plazo es más rentable construir comunidad de fieles y realizar acciones publicitarias en primera persona. Las dinámicas legadas de la tele de los 2000 destruían por la audiencia, los podcast de hoy construyen audiencias.
El cambio de modelo de los medios de comunicación.
No ha sido en De viernes. No ha sido en Tardear. No ha sido en Y ahora Sonsoles. No ha sido en El Programa de AR. No ha sido en La Familia de la tele, donde está su amiga Belén Esteban. La primera entrevista de Anabel Pantoja, tras el ingreso de su hija Alma, se ha producido en el podcast La sobremesa de Susana Bicho, en Podimo.. Un hecho que remarca la situación de los programas del corazón en el ecosistema mediático actual. Los personajes públicos prefieren acudir a la tranquilidad de un podcast a sentarse frente a la tele heredada de los años 2000. Aquella televisión agresiva, que pagaba cachés a costa del despelleje en prime time.. En el podcast no se suele pagar, pero las celebrities se aseguran una conversación con el tiempo suficiente para que surja la confianza de la tranquilidad. Una charla en un poderoso clima íntimo, sin apresuradas interrupciones y sin giros dramáticos en busca de subir el share con sobresaltos forzados.. Muchos invitados temen la imprevisibilidad de un plató repleto de gente. Saben que aturulla. Saben que siempre hay papeletas para salir manchados al enfrentarse con la tensión del directo a un tribunal de periodistas obsesionado con cazar el titular.. En cambio, en los podcast se sienten revalorizados y proyectan la sensación de estar a la última moda. Porque los podcast se asocian al «estar a la última», mientras han cogido el testigo de la documental entrevista de autor que ha ido perdiendo los medios tradicionales por las desconfianzas que brotan de tener prisas para todo. Ritmo, ritmo, ritmo. Aunque hay conversaciones de dos horas que son puro ritmo. Sin embargo, a menudo, confundimos ritmo con la abreviatura de la velocidad.. Así los personajes populares declinan la contraprestación económica que se puede torcer en una exposición pública perversa y deciden invertir en imagen pública. Pues el podcast es editado, se graba en el sosiego de un estudio más íntimo y genera un vínculo más de tú a tú con los followers que alimentan las redes sociales de los famosos de hoy.. Famosos de hoy que para visibilizarse no dependen de vender una exclusiva que viene y se va, pues en el medio plazo es más rentable construir comunidad de fieles y realizar acciones publicitarias en primera persona. Las dinámicas legadas de la tele de los 2000 destruían por la audiencia, los podcast de hoy construyen audiencias.
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