Génova renuncia a vetar en el Senado la reforma tributaria del Gobierno para poder introducir enmiendas con la vista puesta en el apoyo de soberanistas vascos y catalanes Leer
Aunque repita desde la tribuna del Congreso que sus tiranteces con Aitor Esteban «se pueden solucionar», lo cierto es que Alberto Núñez Feijóo ha tirado la toalla con el PNV como posible socio, hasta la próxima legislatura. Sabe que Andoni Ortuzar no cruzará la frontera de los bloques nacionales y que la coalición autonómica de Imanol Pradales con el PSE-EE de Eneko Andueza decanta con claridad el pesaje de los pros y los contras a favor de Pedro Sánchez. Y mientras no haya una mayoría alternativa, la legislatura seguirá. «Hasta donde dure», pero con 2027 en sus oraciones, como zanjan en el Palacio de la Moncloa.. Los nacionalistas vascos son como el canario en la mina que avisa de los cambios drásticos, y ahora no emiten el menor indicio de agotamiento del ciclo político actual. A pesar de los pesares. Incluso en plena ciclogénesis explosiva de escándalos presuntos, la filosofía jesuítica de Sabin Etxea se impone: en tiempo de tribulación, no hacer mudanza. Ni planificarla. Jeltzale significa partidario del JEL, o sea, del lema «Dios y Ley Vieja». Jaun-goikua eta Lagi-zaa. Una mezcla identitaria -a fuer de etimológica- de cachaza purpurada y aplomo conservador, por resumir.. El PP sabe que la situación está lejos de reconducirse -«será muy complicado hasta después de las próximas elecciones»- y que hoy por hoy no se atisba un horizonte de acuerdos sólidos con el PNV. Mucho menos con Junts per Catalunya, la collera estratégica de los nacionalistas vascos, escorada en un irredentismo sin vuelta atrás. Sin restauración convergente que valga.. Pero una cosa es dar por perdida la cosecha y otra muy diferente, renunciar a sembrar. Los populares quieren aprovechar el calendario de adviento de citaciones judiciales del PSOE en diciembre para volver a tentar al PNV y a Junts con medidas puntuales en las que la visión económica (o sea, la ideología en su más pura decantación) se impone claramente a los intereses estratégicos y a las alianzas.. Sobre todo, en temas fiscales y relacionados con la gran pandemia de la falta de acceso a la vivienda de los jóvenes. Mientras el PSOE «se recuece en su caldo judicial» y Génova se limita a comer palomitas, los grupos parlamentarios del PP volverán a la carga en el flanco económico. Quieren quebrar la mayoría parlamentaria que sustenta al Gobierno para seguir erosionando a Sánchez, para anotarse victorias «fuera de casa» y para ir reconstruyendo los puentes para el futuro. Sembrar «por si acaso» no les estorba.. Hoy mismo se sustanciará el primer paso. El Grupo Parlamentario Popular en el Senado, que tiene mayoría absoluta, no ejercerá su capacidad de veto a la reforma fiscal del Gobierno, que pasó in extremis la votación del Congreso y que no está ni mucho menos rematada (¿volverán a votar lo mismo ERC y Junts?).. ¿Por qué desaprovecha el PP su oportunidad de veto? Para poder presentar enmiendas que pasarán después «vivas» a la Cámara Baja, y que creen que podrían contar con el apoyo de Junts per Catalunya o del PNV. Y que podrían poner en aprietos al PSOE.. Dos son las medidas clave, según revelan las fuentes consultadas por este diario. La primera, la rebaja fiscal de hasta 12.000 euros en el IRPF a los jóvenes que destinen esos ahorros a la vivienda, a la formación, al emprendimiento o a la natalidad. Es una propuesta que el PP presentó en la campaña de las elecciones europeas, pero que ahora rescata en forma de enmienda. La registrará hoy mismo, y consistirá bonificar en el IRPF los cuatro primeros años laborales de los jóvenes de 18 a 34 años: no pagarán nada el primer año, un 75% de cuota el segundo, un 50% el tercero y un 25% el cuarto. El ahorro medio estimado por el PP oscilaría entre los 10.000 y los 12.000 euros en ese periodo.. La segunda enmienda irá enfocada específicamente a facilitar el acceso de los jóvenes a la vivienda, que es, precisamente, la principal preocupación de los votantes entre 18 y 34 años. E incluso por encima de esa franja. En el caso de los catalanes, la primera de todas las edades, según el último estudio del CIS catalán. Y una de las cinco principales en Euskadi, según reveló en una encuesta autonómica el CIS nacional.. Junts sabe que éste es un terreno de juego perfecto para desmarcarse ideológicamente del PSC de Salvador Illa y cosechar réditos desde la oposición regional. De hecho, por eso mismo acaba de proponer una rebaja fiscal a la compra de pisos de segunda mano en Cataluña. De manera que la propuesta del PP va en total sintonía. Y justo ahora el PNV también está impulsando una reducción tributaria en las tres diputaciones forales vascas que incluiría incentivos fiscales para incrementar la oferta de alquiler asequible. Hay que recordar, además, que el PP ha dado su visto bueno a los presupuestos guipuzcoanos.. Pero las fuentes consultadas en Junts y PNV llegan a la conclusión de que será más fácil el acuerdo del PP con los de Carles Puigdemont que con los nacionalistas vascos, que quieren cerrar con el PSOE la transferencia de los impuestos a las multinacionales y a la banca y no quieren arriesgar lo conseguido en la negociación parlamentaria a cara de perro. Ante la duda, pájaro en mano. En fiscalidad cuentan con hacienda propia y pueden desmarcarse, a pesar de que apoyen el espíritu de la medida de los populares, pero escucharán las propuesta de vivienda con atención. Sobre todo en un contexto en el que Bildu le disputa el voto joven con un enfoque más social que el de los jeltzales.. «El PP va a obligar a los socios a votar sobre ello, porque creemos que Junts, PNV y el Gobierno de España no pueden votar ‘no’ a rebajar los impuestos a los jóvenes que ahorren para su proyecto de vida», explican en Génova. En el Senado está garantizado que se aprueben ambas iniciativas. La clave es la negociación en el Congreso.. El equipo económico del PP, capitaneado por Juan Bravo, aún no ha contactado con Junts y PNV, pero en la tramitación final en la Cámara Baja estará la clave: «Vamos a testar el compromiso del PSOE con los jóvenes, si pagan menos impuestos significará que podrán pagar más en una vivienda o en formación. Intentamos que su capacidad de ahorro sea mayor. Es complicado que el PSOE, Junts y el PNV puedan votar en contra de esto, que es política económica, política para jóvenes y, claramente, política social», insisten las fuentes de Génova.. El problema para el PP es que a esos socios de Sánchez con los que quiere pactar medidas los acaba de llamar «cómplices o encubridores».
España // elmundo
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