Mikazz dormía en su habitación del norte de Portugal, cuando los agentes de la Unidad Especial de Contraterrorismo de la Policía Judicial le despertaron para detenerlo el 1 de mayo de 2024. Mikazz, de 17 años, dormía porque seguramente había robado horas a la noche para atender la actividad de The Kiss, el grupo que desde agosto de 2023 lideraba en Discord y otras plataformas (Telegram, Tik-Tok, Instagram y Facebook) donde animó a otros menores como él a automutilarse, torturar animales, vejarse en público y atentar contra compañeros de clase. Como en octubre de 2023 hizo Luluzinho, de 16, en su colegio público de Sapopemba, un barrio de São Paulo (Brasil), donde había sufrido acoso escolar desde que decidió vestirse de chica.. Seguir leyendo
La policía alerta del aumento de la radicalización entre jóvenes gracias a plataformas virtuales donde animan al suicidio, la tortura de animales y las automutilaciones como ocurrió con este caso
Feed MRSS-S Noticias
Mikazz dormía en su habitación del norte de Portugal, cuando los agentes de la Unidad Especial de Contraterrorismo de la Policía Judicial le despertaron para detenerlo el 1 de mayo de 2024. Mikazz, de 17 años, dormía porque seguramente había robado horas a la noche para atender la actividad de The Kiss, el grupo que desde agosto de 2023 lideraba en Discord y otras plataformas (Telegram, Tik-Tok, Instagram y Facebook) donde animó a otros menores como él a automutilarse, torturar animales, vejarse en público y atentar contra compañeros de clase. Como en octubre de 2023 hizo Luluzinho, de 16, en su colegio público de Sapopemba, un barrio de São Paulo (Brasil), donde había sufrido acoso escolar desde que decidió vestirse de chica.. Antes de entrar al centro, el adolescente accedió a una llamada grupal para retransmitir el ataque en directo. Luego mató a una chica de 17 años e hirió a otras dos, elegidas al azar. “Me pidieron que hiciera una masacre, y la hice”, confesó el autor a sus interrogadores. Para Luluzinho, Mikazz “era Dios”, afirma la fiscal portuguesa, Felismina Carvalho Franco, en su escrito de acusación presentado este mes. “Se convirtió en su mentor. Apoyó, alentó y reforzó su deseo de cometer actos violentos”, señala.. Conectar a Mikazz y Luluzinho, dos identidades virtuales, no fue inmediato. Vivían en husos horarios distintos, a 8.000 kilómetros de distancia, aunque compartían una lengua común. La detención del brasileño fue rápida, pero llegar hasta la identidad del líder que le animó a cometer una matanza consumió unos meses, entre otras cosas porque los servidores de las plataformas se alojan en Estados Unidos. “Le dimos prioridad absoluta a la investigación al recibir las denuncias en enero de 2024 porque había menores implicados y un peligro inminente, pero siempre hay una demora cuando las diligencias son fuera y obligan a cartas rogatorias”, explica a EL PAÍS Armenio Pontes, el inspector jefe de la Unidad de Contraterrorismo que dirigió la investigación.. En prisión preventiva en Portugal desde aquella mañana que le despertó la policía, Mikazz era el Gotten 1, el líder de una comunidad que le rendía pleitesía, obedecía sus órdenes y se sometía a una jerarquía férrea que exigía pruebas para subir en el escalafón como beber detergente, grabarse con una cuchilla el nombre del grupo en la piel o decapitar animales.. Una de las que ascendió a fuerza de barbaridades fue una menor portuguesa de 14 años, que llegó a introducir un gato en una licuadora y encendió el aparato “siendo visible en su interior una mancha de sangre”. DYNI, su usuario virtual, era la única chica cercana al líder. La mayoría de las adolescentes pertenecían a la categoría de “suditas” a las que pedían desnudos o automutilaciones para satisfacer a quienes ocupaban posiciones de poder. Mikazz, además, también vendía pornografía infantil en Internet.. Los métodos de una secta trasladados al mundo virtual con una estructura que solo exige un móvil o un ordenador. “Funcionan de forma semejante, donde líderes carismáticos usan el engaño y la manipulación para volver a los discípulos obedientes y dependientes”, aduce la fiscal. Mikazz, que hacía apología del nazismo y a veces era llamado Fuhrer, daba las órdenes desde Portugal y, donde quiera que sus seguidores estuviesen, le obedecían. En las demandas a las mujeres había una carga adicional vejatoria. “Les exigía que lamiesen el suelo, vomitasen y lamiesen lo vomitado, también que ladrasen hacia él, tratándolas de perras o putas”, sostiene la acusación, que destaca la misoginia del líder. A una joven que, según la fiscal, “ya no tenía espacio en las piernas y brazos para cortarse, los miembros del grupo le pidieron que se cortase en una vena”.. Según la policía, Mikazz no tenía amigos en la vida real, pero contaba con cerca de un centenar de seguidores en The Kiss a los que pedía “lulz”, retransmisiones en directo de actos violentos para contribuir al crecimiento de la comunidad y, señala la fiscal, “ganar popularidad entre las demás del mismo género, además de visibilidad en la comunidad y la prensa nacional e internacional”. Un club siniestro de adolescentes que adoraban la violencia y detestaban sus propias fragilidades. Un lugar idóneo para manipular inadaptados o vulnerables. “Mikazz tenía conciencia de lo que hacía, para ellos lograr más visualizaciones y miembros justificaba los actos”, señala el inspector jefe Armenio Pontes.. La Unidad Especial de Contraterrorismo de Portugal se ha enfrentado ya a varios casos de jóvenes radicalizados dispuestos a cometer atentados violentos. Su inspector jefe cree que todos ellos, incluido Mikazz, comparten ciertos rasgos: “Suelen ser muy introvertidos y con dificultades de integración social en la vida real, tienen muy baja autoestima y se refugian en un ambiente donde construyen un sentimiento de pertenencia y tienen afición por la violencia extrema en películas y series”.. Sin embargo, su abogado defensor, Carlos Duarte, durante una entrevista en su despacho en Oporto, le describe como un joven “normal”, perteneciente “a una familia estructurada”, sin problemas en su entorno escolar. Tras la separación, sus padres compartían la custodia de Mikazz, que convivía con su madre, su nueva pareja y su hermano. Acudía a un centro de Formación Profesional en su localidad. La principal preocupación de su familia es que Brasil solicite la extradición.. Porque fue en Brasil donde ocurrieron los delitos más graves y donde se planeaban nuevos ataques escolares y otros crímenes. La matanza de la escuela Sapopemba ilustra la dinámica, tan perversa como aterradora, del grupo. Luluzinho entró en The Kiss buscando una comunidad de chavales racistas y un refugio frente al acoso escolar. Se autolesionaba ante todos. Para demostrar su fidelidad a sus nuevos colegas virtuales, se ofreció a matar a los que le martirizaban en el cole. Mikazz abrazó la idea, convencido, apunta la fiscalía, de que traería visibilidad y poder a The Kiss.. El portugués animó al brasileño y le instruyó para grabar la escena. En paralelo, otros miembros del grupo amenazaban a Luluzinho con represalias si se echaba atrás. No lo hizo. El 23 de octubre de 2023 salió con un revólver del 38 que su padre tenía escondido desde sus tiempos de guarda de seguridad y disparó sin seleccionar víctimas. “Lo que más duele es que teníamos una amistad. ¿Qué pasaría por su cabeza? ¿Por qué me hizo esto?”, reflexionaba impotente E., de 16 años, días después en una entrevista televisiva.. Luluzinho fue juzgado, condenado por el asesinato de una chica y por herir a otras tres persona, y recluido en un centro de menores. Permanecerá allí, sometido a medidas socioeducativas, hasta que los equipos de psicólogos y asistentes sociales determinen que puede quedar libre, explica al teléfono su abogado Douglas Oliveira, que vio rechazada una reciente solicitud de semilibertad.. Después de la matanza de Sapopemba, Mikazz siguió instigando desde su móvil ataques durante seis meses. Su capacidad de dominar a otros en la distancia era ilimitada. A Matiaz, un brasileño de 13 años en tratamiento psiquiátrico, le animó a suicidarse. Ante su negativa, le propuso asesinar al máximo posible de compañeros de colegio en Carlos Chagas (Minas Gerais). Aceptó, pero lo interceptaron antes. Llevaba en la mochila un cuchillo con una hoja de 17 centímetros y una máscara con una calavera. Condenado por terrorismo, está ahora recluido en un centro de menores.. El joven portugués y sus lugartenientes instigaron otros ataques en Brasil que fueron neutralizados. En uno de ellos pretendían cobrar entrada por presenciar en directo el asesinato de un mendigo. En otro, incentivaron a Taiv_caniba4l, de 12 años, también víctima de acoso escolar y en tratamiento psiquiátrico, a cometer una matanza en una escuela de Guarapari (Espíritu Santo), que llegó a ser anunciada la víspera en Discord. La policía le detuvo a tiempo.. Brasil ha vivido 27 ataques en escuelas en tres años. Lo esporádico pasó a recurrente tras la pandemia. Y en 2023 buena parte de los medios pactó no publicar los nombres, fotos o vídeos de los asesinos para no glorificarlos y frenar el efecto imitación. El libro Aconteceu com Minha Filha (Ocurrió con mi hija, editorial Geração) es el relato real escrito bajo seudónimo por un padre viudo de 55 años que describe el dañino universo de Internet de su hija adolescente. Julia se autolesionaba y a los 13, en plena crisis, le imploró que la internara en un psiquiátrico. “Lo escribí exclusivamente para alertar a otros padres, para llamar la atención sobre el tema”, explica al teléfono. “Si hubiera leído un libro así o un reportaje, habría descubierto antes el Discord, le habría quitado el celular y nos habríamos ahorrado el 90% de este infierno”, opina. Publicado hace dos semanas, es el sexto más vendido de Brasil. El dinero que haga el libro irá a alfabetización digital en la red pública de educación.