Quien esto firma ha decidido llegar en bicicleta pronto a El Retiro en el segundo sábado de Feria del Libro. Lo de aparcar un coche podría ser una serie de Netflix de ciencia ficción, o sea, queda el metro (paradas Ibiza y Príncipe de Vergara son las más idóneas) o darle al pedal.. Se ha llegado al ecuador del certamen, donde ya se pueden hacer balances provisionales, como que la afluencia de público desborda lo imaginado por lo abundante y festiva. O que el clima respeta al respetable.. En los ocho días transcurridos ya, no ha llovido, un clásico habitual de la Feria, aunque sí ha hecho un calor sahariano que obligó a cerrar el parque algunas horas durante un par de días por alertas roja y naranja.. Los libreros y editores, que ocupan la principal superficie de la Feria, están contentos con lo que van cosechando hasta el momento, así lo comentan algunos con los que 20minutos ha conversado. Objetivamente hablando, no hay ni una caseta donde no haya detenido alguien, comprando o mirando.. La bicicleta se queda atada a una valla amarilla de las que colocan para señalar el camino de los fans en su ansiado autógrafo y evitar que la gente se agolpe. Pero como es temprano y todavía no se aprecia multitud, las vallas siguen apiladas.. Las terrazas que la cadena de restauración encargada este año tiene dispuestas por la Feria son encantadoras y están a la sombra, eso sí, se tarda una media de 15 minutos en obtener un café cortado con una tostada, así que cuando el desayuno llega las mesas están ocupadas.. La primera entrevistada, la escritora Elia Barceló, acepta banco como animal de compañía, por lo que vamos a uno a sentarnos para charlar mientras ella aguarda su turno para firmar en la caseta de la librería Estudio en Escarlata. Es su único día en la Feria firmando, pero por la tarde repetirá. «Es una experiencia estupenda, saber que con lo solitario que es escribir, alguien lee tus libros y te los comenta», dice la autora de Cita con la muerte (Roca editorial), el fin de su saga sobre los crímenes de Santa Rita.. Mientras charlamos de su novela, pasa algún colega presuroso que no llega a su firma o, como el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, quien lleva ‘cara’ de conferencia, con el que nos saludamos. Al terminar mi primera entrevista del día, unos operarios están tratando de llevarse la bicicleta, que impide colocar las vallas en su sitio.. Así que el vehículo va con una a la búsqueda de un árbol donde atarla. No es una idea original, dado que El Retiro adolece de ellos, y puede pasar que luego se confunda un magnolio con un chopo y no aparezca. Pero no hay estaciones para bicis dentro de la Feria.. El segundo entrevistado de la mañana aparece con visera, gafas de sol y un libro que me regala: Viajes espaciales (Shackleton books). Impresiona ver al primer astronauta español y exministro delante de una, pero Pedro Duque es amable y tiene una conversación agradable y muy divulgativa.. El apartado ‘firmas’ es otra historia. Dejamos el banco que es ya casi como el salón de casa, para adentrarnos en las fauces de los lectores, metafóricamente hablando, porque no solo no muerden, sino que están entusiasmados de permanecer horas de pie con el libro de su autor admirado mientras les llega el momento de encontrarse cara a cara.. La organización de la Feria ha despejado la zona central del paseo de Carruajes para que el público pueda avanzar sin tropiezos, por lo que las colas de admiradores dan la vuelta literalmente a las casetas, formando una senda paralela de alborozados fans a los árboles del parque.. «Estamos esperando para que nos firme Moderna de Pueblo», dice una joven abrazada a su tomo. Moderna es Raquel Córcoles, una catalana de Reus de 39 años, cuyo blog se convirtió en un éxito editorial de libros, cómics y colaboraciones.. Las (casi todas son mujeres) seguidoras de Alana S. Portero, autora de la exitosa La mala costumbre, aguardan pacientes el instante de llevarse la firma de esta mujer que ha conseguido en dos años situarse en la cima de la fama por su novela sobre su vida en el barrio madrileño de San Blas y su transexualidad.. Nieves Concostrina, que ha escrito Acontece que no es poco, basado en su programa de radio en la SER, también tiene trabajo. Comparte espacio con otra gran demandada, la periodista de informativos Silvia Intxaurrondo, que ha debutado en la ficción con Solas en el silencio, una historia demoledora sobre malos tratos en el País Vasco de los 70. La caseta 120 es, definitivamente, un hervidero humano.. La corriente nos arrastra, y no es un eufemismo, a otros puntos colapsados por la euforia de los lectores. El reciente premio Princesa de las Letras, Eduardo Mendoza, soporta estoicamente los apretones de manos y las felicitaciones de personas de todas las edades que llegan con sus títulos como tesoros: Sin noticias de Gurb, Tres enigmas para la Organización (el último)… flotan en el ambiente.. Hay ya tanta gente que es casi imposible atravesar la zona de sombra. Ir por detrás de las casetas es a veces una solución. Entramos en la de Plataforma Editorial, que dirige Nacho Fernández. Me invitan a pasar, lo que acepto gustosa, porque entre libros se está más fresco. Plataforma publica textos de no ficción: economía, filosofía, política… La periodista de La Sexta Alba Gutiérrez está allí firmando su libro Madres recién nacidas, sobre primerizas. Va por la tercera edición. Madre de una niña de dos años nos regala un ejemplar dedicado: el sentimiento de fan es tremendamente agradecido.. En los pabellones hay también mucha actividad. Gente relacionada con las letras que debate asuntos que afectan al mundo. El de Europa tiene lleno total. El escritor Ray Loriga, cuyo último libro publicado es TIM, está en la mesa La ciudad y la deriva, con Teju Cole y Marta San Miguel como moderadora.. En las casetas 265 y 266 dos monstruos de la literatura, que pertenecen a editoriales rivales, están entregados a legiones de manos. Uno es Juan Gómez-Jurado, el ‘rey’ de Reina roja, quien ha salido de su silla para firmar a pie de parque. «Es lo que hay que hacer, dice. Me encanta esto, estar aquí con la gente». Al aviso de que su ojo es incapaz de ver lo que le espera en formato fan, él se ríe: «Feliz de hacer esto, que vengan todos». Y muy contento de compartir caseta con ‘la otra’, «una íntima amiga», nos dice, aunque sus editoriales sean cordialmente ‘enemigas’.. La otra… es María Dueñas, cuyo libro Por si un día volvemos será probablemente uno de los más vendidos de la Feria. Tal es la expectación que la jefa de prensa de Planeta, Laura Franch, está poniendo orden en la fila, pregunta a las mayoritariamente señoras su nombre para que la novelista lo escriba en el ejemplar y añada su dedicatoria.. Es una perfecta cadena de producción, para que nadie se quede sin la palabra y el saludo afectuoso de quien escribiera El tiempo entre costuras.. Tras recorrer el espacio que ocupa la Feria, revisamos las notas de quiénes han concitado más interés, además de los citados. Tamara Gorro, influencer, Megan Maxwell, codiciada autora de novela romántica, los escritores Javier Cercas y Fernando Aramburu con sus últimos éxitos, El loco del fin del mundo y Hombre caído, Carmen Mola y sus historias sangrientas… han ‘barrido’.. En el llamado ‘rascacielos’, un edificio de dos plantas habilitado para la prensa que está acristalado en su parte superior y permite a los periodistas trabajar mientras ven los árboles, Eva Orúe, la directora de este enjambre que es la Feria del Libro, sube y baja, habla con todo el que pasa por allí, coge el teléfono y ofrece bombones, casi todo a la vez.. Le preguntamos por su balance en este meridiano de Feria: «Tras un inicio extraño, los visitantes han vuelto en gran número y con muchas ganas. No tenemos aún cifras, y no las tendremos hasta que la Feria eche el cierre, pero las sensaciones son buenas».. «Nos queda la mitad, hay que seguir trabajando y confiando en que las condiciones meteorológicas nos sean propicias; del resto, nos encargamos nosotras», señala optimista.. Volvemos sobre nuestros pasos en busca de la bici ‘perdida’, a ver si sigue en el chopo donde quedó atada o ha volado, como vuelan los libros. Una escucha, entre tanto, a una señora que le pregunta a su marido: «He visto el libro de la Intxaurrondo en formato bolsillo, ¿lo compro?». Me atrevo a sugerirle, solícita e informada: «Vaya a la caseta 120, que se lo firmará en persona». Esto es la Feria: libros, autores y lectores que hablan el mismo idioma. Empieza la II parte de la 84 Feria del Libro de Madrid.
La masiva afluencia convive con los grandes autores, como María Dueñas, Eduardo Mendoza y Gómez-Jurado.
Quien esto firma ha decidido llegar en bicicleta pronto a El Retiro en el segundo sábado de Feria del Libro. Lo de aparcar un coche podría ser una serie de Netflix de ciencia ficción, así queda el metro (paradas Ibiza y Príncipe de Vergara son las más idóneas) o darle al pedal.. Se ha llegado al ecuador del certamen, donde ya se pueden hacer balances provisionales, como que la afluencia de público desborda lo imaginado por lo abundante y festiva. O que el clima respeta al respetable.. En los ocho días transcurridos ya, no ha llovido, un clásico habitual de la Feria, aunque sí ha hecho un calor sahariano que obligó a cerrar el parque algunas horas durante un par de días por alertas roja y naranja.. Los libreros y editores, que ocupan la principal superficie de la Feria, están contentos con lo que van cosechando hasta el momento, así lo comentan algunos con los que 20minutos ha conversado. Objetivamente hablando, no hay ni una caseta donde no haya detenido alguien, comprando o mirando.. La bicicleta se queda atada a una valla amarilla de las que colocan para señalar el camino de los fans en su ansiado autógrafo y evitar que la gente se agolpe. Pero como es pronto y todavía no se aprecia multitud, las vallas siguen apiladas.. Las terrazas que la cadena de restauración encargada este año tiene dispuestas por la Feria son encantadoras y están a la sombra, eso sí, se tarda una media de 15 minutos en obtener un café cortado con una tostada, así que cuando el desayuno llega las mesas están ocupadas.. La primera entrevistada, la escritora Elia Barceló, acepta banco como animal de compañía, por lo que vamos a uno a sentarnos para charlar mientras ella aguarda su turno para firmar en la caseta de la librería Estudio en Escarlata. Es su único día en la Feria firmando, pero por la tarde repetirá. «Es una experiencia estupenda, saber que con lo solitario que es escribir, alguien lee tus libros y te los comenta», dice la autora de Cita con la muerte (Roca editorial), el fin de su saga sobre los crímenes de Santa Rita.. La escritora Elia Barceló.EUROPA PRES. Mientras charlamos de su novela, pasa algún colega presuroso que no llega a su firma o, como el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, quien lleva ‘cara’ de conferencia, con el que nos saludamos. Al terminar mi primera entrevista del día, unos operarios están tratando de llevarse la bicicleta, que impide colocar las vallas en su sitio.. Así que el vehículo va con una a la búsqueda de un árbol donde atarla. No es una idea original, dado que El Retiro adolece de ellos, y puede pasar que luego se confunda un magnolio con un chopo y no aparezca. Pero no hay estaciones para bicis dentro de la Feria.. El segundo entrevistado de la mañana aparece con visera, gafas de sol y un libro que me regala: Viajes espaciales. Impresiona ver al primer astronauta español y exministro delante de una, pero Pedro Duque es amable y tiene una conversación agradable y muy divulgativa.. El apartado ‘firmas’ es otra historia. Dejamos el banco que es ya casi como el salón de casa, para adentrarnos en las fauces de los lectores, metafóricamente hablando, porque no solo no muerden, sino que están entusiasmados de permanecer de pie con el libro de su autor admirado mientras les llega el momento de encontrarse cara a cara.. La organización de la Feria ha despejado la zona central del paseo de Carruajes, para que el público pueda avanzar sin tropiezos, por lo que las colas de admiradores dan la vuelta literalmente a las casetas, formando una senda paralela de alborozados fans a los árboles del parque.. «Estamos esperando para que nos firme Moderna de Pueblo», dice una joven abrazada a su tomo. Moderna es Raquel Córcoles, una catalana de Reus de 39 años, cuyo blog se convirtió en un éxito editorial de libros, cómics y colaboraciones.. Las (casi todas son mujeres) seguidoras de Alana S. Portero, autora de la exitosa La mala costumbre, aguardan pacientes el instante de llevarse la firma de esta mujer que ha conseguido en dos años situarse en la cima de la fama por su novela sobre su vida en el barrio madrileño de San Blas y su transexualidad.. Nieves Concostrina, que ha escrito Acontece que no es poco, basado en su programa de radio en la SER, también tiene trabajo. Comparte espacio con otra gran demandada, la periodista de informativos Silvia Intxaurrondo, que ha debutado en la ficción con Solas en el silencio, una historia demoledora sobre malos tratos en el País Vasco de los 70. La caseta 120 es, definitivamente, un hervidero humano.. La periodista Silvia Intxaurrondo.CEDIDA/Harper Collins. La corriente nos arrastra, y no es un eufemismo, a otros puntos colapsados por la euforia de los lectores. El reciente premio Princesa de las Letras, Eduardo Mendoza, soporta estoicamente los apretones de manos y las felicitaciones de personas de todas las edades que llegan con sus títulos como tesoros: Sin noticias de Gurb, Tres enigmas para la Organización (el último)… flotan en el ambiente.. Hay ya tanta gente que es casi imposible atravesar la zona de sombra. Ir por detrás de las casetas es a veces una solución. Entramos en la de Plataforma Editorial, que dirige Nacho Fernández. Me invitan a pasar, lo que acepto gustosa, porque entre libros se está más fresco. Plataforma publica textos de no ficción: economía, filosofía, política… La periodista de La Sexta Alba Gutiérrez está allí firmando su libro Madres recién nacidas, sobre primerizas. Va por la tercera edición. Madre de una niña de dos años nos regala un ejemplar dedicado: el sentimiento de fan es tremendamente agradecido.. En los pabellones hay también mucha actividad. Gente relacionada con las letras que debate asuntos que afectan al mundo. El de Europa tiene lleno total. El escritor Ray Loriga, cuyo último libro publicado es TIM, está en la mesa La ciudad y la deriva, con Teju Cole y Marta San Miguel como moderadora.. En las casetas 265 y 266 dos monstruos de la literatura, que pertenecen a editoriales rivales, están entregados a legiones de manos. Uno es Juan Gómez-Jurado, quien ha salido de su silla para firmar a pie de parque. «Es lo que hay que hacer, dice. Me encanta esto, estar aquí con la gente». Al aviso de que su ojo es incapaz de ver lo que le espera en formato fila, él se ríe: «Feliz de hacer esto, que vengan todos». Y muy contento de compartir caseta con ‘la otra’, «una íntima amiga», nos dice.. La otra es María Dueñas, cuyo libro Por si un día volvemos será probablemente uno de los más vendidos de la Feria. Tal es la expectación que la jefa de prensa de Planeta, Laura Franch, está poniendo orden en la fila, pregunta a las mayoritariamente señoras su nombre para que la novelista lo escriba en el ejemplar y añada su dedicatoria.. Es una perfecta cadena de producción, para que nadie se quede sin la palabra y el saludo afectuoso de quien escribiera El tiempo entre costuras.. Tras recorrer el espacio que ocupa la Feria, revisamos las notas de quiénes han concitado más interés, además de los citados. Tamara Gorro, influencer, Megan Maxwell, autora de novela romántica, los escritores Javier Cercas y Fernando Aramburu con sus últimos éxitos, El loco del fin del mundo y Hombre caído, Carmen Mola… han ‘barrido’.. En el llamado ‘rascacielos’, un edificio de dos plantas habilitado para la prensa que está acristalado en su parte superior y permite a los periodistas trabajar mientras ven los árboles, Eva Orúe, la directora de este enjambre que es la Feria del Libro, sube y baja, coge el teléfono y ofrece bombones, casi todo a la vez.. Le preguntamos por su balance en este meridiano de Feria: «Tras un inicio extraño, los visitantes han vuelto a la Feria en gran número y con muchas ganas. No tenemos aún cifras, y no las tendremos hasta que la Feria eche el cierre, pero las sensaciones son buenas».. «Nos queda la mitad, hay que seguir trabajando y confiando en que las condiciones meteorológicas nos sean propicias; del resto, nos encargamos nosotras», señala optimista.. Volvemos sobre nuestros pasos en busca de la bici perdida, a ver si sigue en el árbol donde quedó atada o ha volado. Una tiene una la inclinación de responderle a una señora que le pregunta a su marido: «He visto el libro de la Intxaurrondo en formato bolsillo, ¿lo compro?». Me atrevo a sugerirle: «Vaya a la caseta 120, que se lo firmará en persona». Esto es la Feria: libros, autores y lectores que hablan el mismo idioma. Empieza la segunda parte de la 84 Feria del Libro de Madrid.
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