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Una de las transformaciones más relevantes que han sacudido la economía española en los años posteriores a la Covid-19 es el repunte de los flujos migratorios. Aunque ya venían recuperándose desde el año 2013, los años de 2022 a 2024 han supuesto un repunte decisivo del saldo migratorio exterior, lo que ha llevado a que la población nacida fuera de España, que en 2019 creció ligeramente por encima de las 400.000 personas, creciese en casi 600.000 personas al año entre el trienio 2022-2024, todo ello en un contexto de caída demográfica de la población nacida en España en todo el periodo 2013-2024.. Este repunte de flujos migratorios ha reconfigurado la imagen de la población extranjera en España. Los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que uno de cada tres extranjeros que vive en España llegaron a ella entre 2021 y 2024, un porcentaje que supera el 45% entre los menores de 35 años. Esto implica una población extranjera mucho más vinculada a sus países de origen, algo que ayuda a explicar el espectacular crecimiento del flujo de remesas que estos inmigrantes envían a sus países de origen, de acuerdo con los últimos datos publicados por el Banco de España (BdE).. En 2024 las remesas que se enviaron desde España a otros países alcanzaron un nivel récord de 11.330 millones de euros, lo que supone un 0,7% del PIB en ese año. De igual forma que ha sucedido con los flujos migratorios, la evolución de las remesas ha tenido un antes y un después tras la pandemia, si entre 2013 y 2020 apenas crecieron un 30%, entre 2020 y 2024 han crecido el doble, un 60% en casi la mitad de los años, impulsadas por el crecimiento de las remesas hacia países africanos y asiáticos, que se han triplicado y duplicado respectivamente desde 2013.. Sin embargo, la evolución de los flujos de remesas ha fluctuado notablemente entre países. Por ejemplo, una de las mayores divergencias se encuentra dentro de los dos principales países africanos receptores de remesas para los que el BdE ofrece información desagregada, Marruecos y Senegal. Mientras que el primero ha sido el segundo destino hacia donde más han crecido los flujos de remesas desde 2019 (más del 150%), el crecimiento entre 2013 y 2019 fue más modesto, alrededor del 70%. Por el contrario, las remesas hacia Senegal muestran la historia opuesta, con un crecimiento importante entre 2013 y 2019 del 140%, y un crecimiento más limitado del 40% durante los años posteriores a la pandemia.. El incremento de los flujos de remesas puede descomponerse en dos partes, una asociada al crecimiento de la población de origen extranjero en España, y otra asociada a otros factores que impulsan la cantidad media enviada por persona, que puede abarca desde mejoras de los indicadores del mercado laboral entre población inmigrante a un mayor peso de los inmigrantes recién llegados a España y, por tanto, más proclives a enviar una mayor cantidad de remesas per cápita.. Para poder realizar esta descomposición y poder entender así los principales factores que han avivado el crecimiento de los flujos de remesas, es necesario acotar la población que envía remesas. Por desgracia, no existen estadísticas oficiales que cuantifiquen el número de personas que realizan envíos de dinero a otros países, así como sus características, por lo que asumiremos que es la población nacida fuera de España, de entre 20 y y 70 años, aquellos susceptibles de enviar remesas al extranjero.. Tomando esta referencia, la evolución del envío de remesas per cápita ha experimentado un crecimiento muy diferente en función del continente de origen desde 2013. Por un lado, Europa se mantiene como el grupo con menor envío de remesas per cápita, algo menos de 500€ por persona entre 20 y 70 años. Aunque históricamente eran los inmigrantes de América, principalmente latinoamericanos, quienes mostraban mayores envíos de remesas por persona, esta situación ha cambiado en la última década.. Desde 2013, tanto las remesas por persona entre inmigrantes latinoamericanos como europeos se ha mantenido casi sin cambios, lo que ha supuesto caídas en términos reales por el fuerte crecimiento de la inflación desde 2021. Sin embargo, los inmigrantes procedentes de África y Asiahan disparado su envío de remesas per cápita desde 2013 a niveles que ya superan ligeramente los que muestran los inmigrantes procedentes de América, con casi 2.000€ por adulto al año, una cuantía que supone un porcentaje significativo sobre la renta neta media entre los miembros de este grupo.. La descomposición del incremento de las remesas entre 2018 y 2024 ofrece resultados interesantes por continentes. Mientras que todo el incremento de las remesas hacia países americanos puede explicarse por el margen extensivo (crecimiento en el número de inmigrantes nacidos en esos países) la imagen es mixta en el caso de las remesas hacia países africanos y asiáticos, donde el margen intensivo (crecimiento de los flujos per cápita) han jugado un papel relevante en el crecimiento de los envíos de remesas. El ejemplo más claro está entre los países africanos, donde casi el 40% del crecimiento de las remesas se explica por factores diferentes al mero crecimiento de la inmigración en esos países desde 2018.
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