Libreros y editores auguran una buena edición de la Feria del Libro de Madrid, que este domingo ha contado con una afluencia masiva de público, largas colas para conseguir firmas de autores y un buen ritmo de ventas.. Pese a la confusión inicial generada por los cierres parciales del viernes y sábado a causa de las previsiones meteorológicas, de calor y viento, este domingo, el primero tras la inauguración el viernes 30, la feria ha congregado a miles de personas y entre los profesionales predominaban las buenas expectativas y ganas de compartir novedades.. Para librerías pequeñas, como Pérgamo, gestionada por tres veinteañeros y que llevan tres ediciones en el Retiro, este es «el gran momento del año» porque pueden competir «en igualdad de oportunidades» con las grandes, señala a EFE Pablo Cerezo, uno de los propietarios.. Frente a su caseta se congregaba una de las filas más largas de la mañana para ver a la escritora estadounidense Vivian Gornick, estrella invitada de esta edición -dedicada a la ciudad de Nueva York- que a sus 89 años no paró de firmar ejemplares de sus libros, como Apegos feroces y el reciente Por qué algunos hombres odian a las mujeres (Sexto Piso).. También había mucha expectación en la caseta de la Librería Alberti, donde firmaban a la vez Javier Cercas, que acaba de publicar su libro sobre el papa Francisco, El loco de Dios en el fin del mundo, y Fernando Aramburu, autor de Patria y del libro de relatos Hombre caído.. A juicio de Lola Larumbe, dueña de la Alberti, la feria «ha arrancado bien» aunque echa en falta «un poquito de explicación» tras lo sucedido el viernes por la tarde, cuando el ayuntamiento ordenó cerrar el parque del Retiro a partir de las seis de la tarde por una alerta roja de la AEMET, para reabrir apenas una hora después, cuando la Feria ya había echado el cierre definitivo.. «El parque estuvo abierto pero las casetas estuvimos cerradas, esa discrepancia es la que no se llega a entender muy bien», ha dicho.. En 2019, en que un niño de cuatro años murió en el Retiro por la caída de un árbol, entró en vigor un nuevo protocolo para prevenir incidencias, con cuatro niveles de alerta en función de las previsiones de la Aemet.. «Lo que hace la organización de la feria es cumplir el criterio y la indicación de la dirección del parque», subraya Marina Sanmartín, de la Librería Cervantes. Esta librera considera que «algo se está haciendo mal» cuando el parque reabre y la feria no, como ocurrió el viernes, pero rechaza ver «motivos ocultos, ni cosas extrañas. Yo creo que todo el mundo quiere hacer su trabajo lo mejor posible y por eso hay que ver dónde se está fallando y corregirlo», subraya.. Óscar Romero, de Mary Read, que tuvo que reprogramar una firma con Alana S. Portero, autora de la exitosa La mala costumbre, considera que hay «un problema de base», que es que «el ayuntamiento de Madrid no invierte en el mantenimiento del arbolado» y no ve razonable que «un parque, que es un refugio climático, en cuanto hace calor se cierre».. Editores como Juan Casamayor, de Páginas de Espuma, que lleva 28 ediciones en la feria del libro, auguran también una buena edición. «Si el año ha sido bueno, la feria suele ser buena», señala y recuerda que organizar un evento como este es «altamente complicado».. Casamayor considera un acierto el creciente peso que se le está dando a la programación cultural, más allá de las firmas, porque atrae más público y valora de forma positiva los esfuerzos por integrar el «boom de bibliodiversidad» del siglo XXI, en referencia a la explosión de sellos independientes que ha habido.
Libreros y editores auguran una buena edición de la Feria del Libro de Madrid, que este domingo ha contado con una afluencia masiva de público, largas colas…
Libreros y editores auguran una buena edición de la Feria del Libro de Madrid, que este domingo ha contado con una afluencia masiva de público, largas colas para conseguir firmas de autores y un buen ritmo de ventas.. Pese a la confusión inicial generada por los cierres parciales del viernes y sábado a causa de las previsiones meteorológicas, de calor y viento, este domingo, el primero tras la inauguración el viernes 30, la feria ha congregado a miles de personas y entre los profesionales predominaban las buenas expectativas y ganas de compartir novedades.. Para librerías pequeñas, como Pérgamo, gestionada por tres veinteañeros y que llevan tres ediciones en el Retiro, este es «el gran momento del año» porque pueden competir «en igualdad de oportunidades» con las grandes, señala a EFE Pablo Cerezo, uno de los propietarios.. Frente a su caseta se congregaba una de las filas más largas de la mañana para ver a la escritora estadounidense Vivian Gornick, estrella invitada de esta edición -dedicada a la ciudad de Nueva York- que a sus 89 años no paró de firmar ejemplares de sus libros, como Apegos feroces y el reciente Por qué algunos hombres odian a las mujeres (Sexto Piso).. También había mucha expectación en la caseta de la Librería Alberti, donde firmaban a la vez Javier Cercas, que acaba de publicar su libro sobre el papa Francisco, El loco de Dios en el fin del mundo, y Fernando Aramburu, autor de Patria y del libro de relatos Hombre caído.. La reina saluda a Lola Larumbe el día de la inauguración.José Ruiz. A juicio de Lola Larumbe, dueña de la Alberti, la feria «ha arrancado bien» aunque echa en falta «un poquito de explicación» tras lo sucedido el viernes por la tarde, cuando el ayuntamiento ordenó cerrar el parque del Retiro a partir de las seis de la tarde por una alerta roja de la AEMET, para reabrir apenas una hora después, cuando la Feria ya había echado el cierre definitivo.. «El parque estuvo abierto pero las casetas estuvimos cerradas, esa discrepancia es la que no se llega a entender muy bien», ha dicho.. En 2019, en que un niño de cuatro años murió en el Retiro por la caída de un árbol, entró en vigor un nuevo protocolo para prevenir incidencias, con cuatro niveles de alerta en función de las previsiones de la Aemet.. «Lo que hace la organización de la feria es cumplir el criterio y la indicación de la dirección del parque», subraya Marina Sanmartín, de la Librería Cervantes. Esta librera considera que «algo se está haciendo mal» cuando el parque reabre y la feria no, como ocurrió el viernes, pero rechaza ver «motivos ocultos, ni cosas extrañas. Yo creo que todo el mundo quiere hacer su trabajo lo mejor posible y por eso hay que ver dónde se está fallando y corregirlo», subraya.. Óscar Romero, de Mary Read, que tuvo que reprogramar una firma con Alana S. Portero, autora de la exitosa La mala costumbre, considera que hay «un problema de base», que es que «el ayuntamiento de Madrid no invierte en el mantenimiento del arbolado» y no ve razonable que «un parque, que es un refugio climático, en cuanto hace calor se cierre».. La 84ª Feria del Libro abrió el 30 de mayo.CEDIDA/Feria del Libro de Madrid. Editores como Juan Casamayor, de Páginas de Espuma, que lleva 28 ediciones en la feria del libro, auguran también una buena edición. «Si el año ha sido bueno, la feria suele ser buena», señala y recuerda que organizar un evento como este es «altamente complicado».. Casamayor considera un acierto el creciente peso que se le está dando a la programación cultural, más allá de las firmas, porque atrae más público y valora de forma positiva los esfuerzos por integrar el «boom de bibliodiversidad» del siglo XXI, en referencia a la explosión de sellos independientes que ha habido.
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