Mientras el oro se convierte en el segundo activo de reserva mundial, EEUU. impulsa el uso de stablecoins respaldadas por bonos del Tesoro. Detrás de este cambio silencioso hay consecuencias que pueden llegar hasta tu bolsillo Leer
Mientras el oro se convierte en el segundo activo de reserva mundial, EEUU. impulsa el uso de stablecoins respaldadas por bonos del Tesoro. Detrás de este cambio silencioso hay consecuencias que pueden llegar hasta tu bolsillo Leer
El Banco Central Europeo (BCE) publicó ayer su informe anual sobre el papel internacional del euro, y la conclusión es tan clara como simbólica: los bancos centrales del mundo ya guardan más oro que euros. Según el documento, publicado en junio de 2025, el oro representa el 20% de las reservas internacionales, mientras que el euro cae al 16%, su nivel más bajo en más de dos décadas.. Detrás de esta cifra hay algo más profundo: los países están buscando seguridad fuera de las monedas tradicionales. Y para eso están volviendo a un viejo conocido: el oro.. En 2024, los bancos centrales compraron más de 1.000 toneladas de oro, por tercer año consecutivo. Esto elevó sus reservas a 36.000 toneladas, una cifra que no se veía desde 1965, cuando el sistema financiero mundial todavía giraba en torno al oro.. El informe explica que el 68% de los bancos centrales que compraron oro lo hizo para diversificar sus reservas, es decir, para no depender únicamente del dólar o del euro. Además, el 40% dijo que lo hizo como protección frente a riesgos geopolíticos: guerras, sanciones, bloqueos financieros.. A eso se suma que el precio del oro subió un 30% durante el año, lo que aumentó su peso en las estadísticas aunque el volumen físico fuera similar. En resumen: el oro volvió a ser refugio en un mundo que ya no da garantías.. Cuando los grandes bancos del mundo cambian lo que guardan como valor seguro, están reordenando las reglas del juego financiero. Y aunque el movimiento sea silencioso, sus efectos terminan llegando.. El BCE ha encendido una señal de alerta: el euro ha perdido peso en la caja fuerte global. Si no se actúa, el impacto no solo se verá en gráficos o balances. También se verá en lo que el ciudadano paga, en lo que ahorra y en el monto de los intereses que pueden llegar a pagar.. Puede parecer un movimiento lejano, reservado para gobiernos y bancos centrales. Pero que el euro pierda terreno como moneda de reserva internacional también puede tener consecuencias en tu bolsillo:. Si menos países usan el euro para guardar valor, la moneda se debilita.. Un euro más débil puede hacer que los productos importados -como energía, tecnología o alimentos- se encarezcan.. Para evitar ese debilitamiento, el BCE podría subir los tipos de interés, lo que se traduce en hipotecas y créditos más caros.. El informe del BCE no lo dice con esas palabras, pero la señal es clara: la confianza global en el euro como «reserva segura» ya no es automática.. El BCE también presta atención a otra tendencia emergente: el uso creciente de criptomonedas en el panorama internacional. El informe destaca que en 2024, Estados Unidos creó una reserva estratégica de bitcoin por un valor de 17.000 millones de dólares, utilizando monedas digitales incautadas en procesos judiciales.. Además, las stablecoins basadas en el dólar -criptomonedas diseñadas para mantener su valor estable- ya gestionan más de 150.000 millones de dólares en bonos del Tesoro estadounidense. Para el BCE, esto abre un nuevo escenario: si estas monedas digitales ganan espacio en las transacciones y reservas, el papel del euro puede verse aún más reducido. Lo anterior debido a que permiten mover grandes volúmenes de dinero internacional sin pasar por bancos tradicionales ni usar monedas como el euro. Esto debilitaría el uso y la influencia global de la divisa continental.. «Acelerar el trabajo sobre el euro digital es crucial para reforzar la soberanía monetaria europea.». Christine Lagarde en el prólogo del informe. The International Role of the Euro. Aunque todavía no hay cifras grandes asociadas a su uso oficial fuera de EEUU., el informe sugiere que las criptomonedas podrían convertirse en una nueva forma de reserva internacional, especialmente en regiones donde el acceso al sistema financiero tradicional está limitado o sujeto a sanciones.. En el prólogo del informe, Christine Lagarde, presidenta del BCE, reconoce sin rodeos que la acumulación de oro por parte de los bancos centrales siguió a ritmo récord. Y ante un entorno más fragmentado, lanza un mensaje claro: Europa debe reforzar su soberanía monetaria.. ¿Cómo? Acelerando el desarrollo del euro digital, integrando más sus mercados financieros y facilitando la inversión interna. Lagarde lo resume así: «En un entorno geopolítico más volátil, acelerar el euro digital es crucial para reforzar la soberanía europea».. El euro, dice el informe, sigue siendo relevante. Pero si no se adapta, corre el riesgo de quedarse atrás frente a monedas digitales, activos alternativos… y el oro de siempre.
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