Fue el jugador que popularizó el cántico de ‘Cholo’ en las gradas, por su apodo que comparte hoy el entrenador del Atlético de Madrid Leer
Fue el jugador que popularizó el cántico de ‘Cholo’ en las gradas, por su apodo que comparte hoy el entrenador del Atlético de Madrid Leer
Antes de Diego Pablo Simeone hubo un «Cholo» en el fútbol español: Hugo Alejandro Sotil recordado en el FC Barcelona por razones deportivas e incluso, en la interpretación azulgrana de la Historia, políticas. Sotil, que ha fallecido después de asistir a los actos del 125º aniversario de la fundación del Barça, llegó de rebote al club cuando Rinus Mitchell y Josep María Minguella viajaron a Perú para fichar a Teófilo Cubillas, la gran figura nacional. Vieron en el Municipal, un club limeño, a un futbolista aindiado, bajo, fornido, hábil, astuto. Y se lo trajeron al Camp Nou.. Formó con Johan Cruyff una pareja disimilar, pero complementaria en el físico y el estilo: lo blanco y lo mestizo, la elegancia y la ratonería, lo vaporoso y lo pegado al terreno. Los dos representaron la máxima expresión de aquel 0-5 en el Bernabéu (Sotil marcó el quinto gol), el 17 de febrero de 1974, que contribuyó de modo estruendoso en la forma y el fondo a interrumpir un ciclo madridista y devolvió la Liga al Barça después de 14 años de travesía del desierto. La llamada de Sotil a su madre, «¡Mamita, campeonamos!», tras el encuentro en El Molinón que confirmaba el Campeonato, forma parte del extenso capítulo de frases legendarias del fútbol y, en especial, del mejor archivo sonoro «blaugrana».. No pocos sectores del barcelonismo y el catalanismo relacionaron el acontecimiento -fue, en la mitología interna y externa del club y la sociedad, mucho más que un partido de fútbol- con la agonía del franquismo. Y le atribuyeron una trascendencia simbólica de reivindicación de las libertades.. En tiempos de sólo dos extranjeros en las plantillas, el fichaje de Johan Neeskens, una fuerza de la naturaleza en el centro del campo, unida a una técnica nada desdeñable, marginó a Sotil, que esperó en vano, y el club con él, una rápida nacionalización para conformar un trío imponente. Todavía en la historia o la mitología de los agravios del centralismo, hay quienes siguen pensando que Madrid retrasó adrede la naturalización del peruano para evitar que el Barça conformase un equipo, en el que también estaban Rexach, Marcial Pina, Asensi, etc., poco menos que imbatible. Hoy ni Cruyff, ni Neeskens ni él siguen entre nosotros, en un recordatorio, en fechas especiales, de la invencible maldición del paso del tiempo. «El Cholo» ha fallecido a los 75 años.. Cuando a Sotil le llegó la nacionalización, en la temporada 75-76, el momento mágico había pasado. Abandonó el Barcelona en 1977 y regresó a Perú para, tras militar en algunos otros equipos, terminar su carrera en 1983 en el mismo Municipal de entonces. No estuvo en el Barça mucho tiempo, pero dejó un recuerdo imborrable, asociado para siempre a hitos inolvidables.. Lo mismo que en la Selección de su país. Contribuyó decisivamente al único título de Perú de la Copa América, en 1975. Fue 62 veces internacional, anotó 18 goles y jugó los Mundiales de 1970 y 1978. Con Teófilo Cubillas y Héctor Chumpitaz abanderó la gran generación peruana en los años 70.
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