La manifestación, aparte del estéril juego de cifras entre los convocantes y la Delegación del Gobierno, fue una señal más de lo solo que se está quedando Pedro Sánchez Leer
Estuvieron acertados los convocantes de la manifestación de ayer al no imponer las siglas del partido y el contenido estuvo bien contado por los oradores: Martínez-Almeida, Isabel Díaz Ayuso y Alberto Núñez Feijóo. Se trataba de expresar una reivindicación rotunda de la democracia, de la decencia frente a las prácticas mafiosas y corruptas de Pedro Sánchez y los suyos. Por eso resultaba incomprensible la ausencia de Vox en la plaza de España y aledaños, al tiempo que su líder máximo fantaseaba con una mayoría de su partido, aunque sea comprensible el celo que Abascal y los suyos ponen en su combate contra el PP. Es la vieja estrategia maoísta: para afrontar la contradicción principal (Sánchez y el capitalismo, respectivamente) hay que despejar previamente la contradicción de primer plano (el revisionismo soviético y el PP).. La manifestación, aparte del estéril juego de cifras entre los convocantes y la Delegación del Gobierno, fue una señal más de lo solo que se está quedando Pedro Sánchez. El sanchismo se muestra contento porque dicen que las encuestas les prometen el 29% y eso debe de tener desesperado al PP. Si eso fuera así, el autócrata ya habría convocado elecciones. Mientras, Pedro Sánchez, el galgo de Paiporta, ha revelado sus habilidades dándose a la fuga: 40 días sin responder a la prensa, casi un año sin aceptar entrevistas. Miguel Hernández las definiría en relación con animales muy veloces: galgos de rápido vientre, podencos de poca fe y de demasiadas patas. Los cobardes se titulaba el poema y cuadra cabalmente a un gobernante que teme a la calle. Este fin de semana ha vuelto a ser podenco en Tenerife al ausentarse el sábado del desfile del Día de las Fuerzas Armadas.. Todo en el socialismo español va a tono con el número 1. Las comunidades que eran su sostén han caído: diez puntos en Extremadura, siete en Madrid, seis en La Rioja y Murcia y todo en este plan. El sanchismo solo se aguanta en lo que ellos llaman la España plurinacional: Cataluña, Navarra y País Vasco, por ejemplo, donde se nutre del desplome de Sumar. La izquierda en su conjunto pierde, salvo en Asturias y Castilla-La Mancha, de ahí los nervios de Page y el cabreo del número 1: ese barón se quiere más a sí mismo que a mí. ¿Y qué le gusta de los nacionalistas? Quizá que le hablan en una lengua que él no entiende y que los nacionalistas también hablan peor que la lengua común.. No es posible encontrar una reacción de dignidad de un puñado de socialistas cabales frente al desquiciamiento de Sánchez y su tropa: un Manuel Marín, un Eguiagaray, aquel Javier Fernández que lo pilló tratando de manipular la urna detrás de la cortina. Tampoco Felipe o Guerra hacen otra cosa que dar pellizquitos de monja. Todos ellos serán responsables del hundimiento del Pasok español, inservible ya como partido democrático.
España // elmundo
La manifestación, aparte del estéril juego de cifras entre los convocantes y la Delegación del Gobierno, fue una señal más de lo solo que se está quedando Pedro Sánchez Leer