Dominique Pelicot, el hombre acusado de haber drogado a su mujer durante al menos diez años para que decenas de individuos la violaran en su propia vivienda, ha pedido a su familia durante su último alegato ante el tribunal que acepte sus disculpas por lo sucedido.. Al término del juicio que se está celebrando en la localidad de Mazan, en el sur de Francia, Pelicot ha dicho «lamentar lo sucedido». «Pido perdón. Quiero decirle a mi familia que la quiero», ha señalado antes de alabar el «coraje» de su exmujer, Gisèle Pelicot, que ha sido «capaz de soportar las insinuaciones de una supuesta complicidad por su parte». Asimismo, ha dado las gracias a su abogada, Béatrice Zavarro, así como del tribunal, al que dijo que «la privación de no ver a los suyos es peor que la privación de libertad».. Pelicot ha vuelto a reconocer su culpa y la extendió a los demás 50 acusados, durante su última toma de palabra en este macrojuicio.. «Todos los que están aquí, a pesar de la presunción de inocencia, son culpables, como yo», aseguró.. Tras Dominique Pelicot habló Maréchal, que reconoció los hechos que se le imputan: «Júzguenme por lo que he hecho y lo que soy», pidió.. Luego llegó el turno del resto. La mayoría no quisieron declarar, aunque otros agradecieron el desarrollo del juicio y el trabajo de sus abogados. Algunos más quisieron reiterar sus excusas a la víctima. Los hubo también que insistieron en negar los hechos, a pesar de las miles de fotos y vídeos que hizo Dominique Pelicot mientras cometían los delitos, prueba clave de este juicio. «No soy un violador», intentó esgrimir uno de ellos.. Está previsto que la Justicia francesa emita su veredicto este jueves por la mañana contra Pelicot y los otros 50 acusados después de que la Fiscalía pidiera 20 años de cárcel para el exmarido de la demandante, según informaciones de medios franceses.. La fiscal general, Laure Chabaud, solicitó la pena máxima contra Pelicot, que fue detenido el 4 de noviembre, por las «violaciones agravadas» perpetradas contra su exmujer durante una década. «Veinte años es mucho, veinte años viviendo entre las cuatro paredes de una prisión es mucho, pero al mismo tiempo no es nada, es demasiado poco dada la gravedad de los actos cometidos», ha expresado Chabaud.. Durante su comparecencia ante el tribunal, Gisèle Pelicot relató cómo se enteró por boca de la Policía de la sumisión química a la que era sometida, que daba pie a «escenas de barbarie» en los que ella era «una muñeca de trapo, una bolsa de basura» a merced de medio centenar de hombres.. Los fiscales ha dado cuenta de al menos 92 violaciones durante diez años, aunque para la víctima durante años toda sospecha se limitó a lagunas temporales en su memoria. «Hasta nuestros amigos nos decían que éramos la pareja ideal», aseguró Pelicot durante una larga y sosegada exposición en la que situó como primera fecha relevante el 12 de septiembre de 2020.. Durante todo el proceso, Gisèle Pelicot se ha erigido en un icono feminista mundial al decidir que este juicio sea público y acudir a las sesiones a cara descubierta «para que la vergüenza cambie de bando».
Juzgado por agredir sexualmente de 2011 a 2020 a su esposa, se enfrenta a 20 años de cárcel.
20MINUTOS.ES – Internacional
Dominique Pelicot, el hombre acusado de haber drogado a su mujer durante al menos diez años para que decenas de individuos la violaran en su propia vivienda, ha pedido a su familia durante su último alegato ante el tribunal que acepte sus disculpas por lo sucedido.. Al término del juicio que se está celebrando en la localidad de Mazan, en el sur de Francia, Pelicot ha dicho «lamentar lo sucedido». «Pido perdón. Quiero decirle a mi familia que la quiero», ha señalado antes de alabar el «coraje» de su exmujer, Gisèle Pelicot, que ha sido «capaz de soportar las insinuaciones de una supuesta complicidad por su parte». Asimismo, ha dado las gracias a su abogada, Béatrice Zavarro, así como del tribunal, al que dijo que «la privación de no ver a los suyos es peor que la privación de libertad».. Pelicot ha vuelto a reconocer su culpa y la extendió a los demás 50 acusados, durante su última toma de palabra en este macrojuicio.. «Todos los que están aquí, a pesar de la presunción de inocencia, son culpables, como yo», aseguró.. Tras Dominique Pelicot habló Maréchal, que reconoció los hechos que se le imputan: «Júzguenme por lo que he hecho y lo que soy», pidió.. Luego llegó el turno del resto. La mayoría no quisieron declarar, aunque otros agradecieron el desarrollo del juicio y el trabajo de sus abogados. Algunos más quisieron reiterar sus excusas a la víctima. Los hubo también que insistieron en negar los hechos, a pesar de las miles de fotos y vídeos que hizo Dominique Pelicot mientras cometían los delitos, prueba clave de este juicio. «No soy un violador», intentó esgrimir uno de ellos.. Está previsto que la Justicia francesa emita su veredicto este jueves por la mañana contra Pelicot y los otros 50 acusados después de que la Fiscalía pidiera 20 años de cárcel para el exmarido de la demandante, según informaciones de medios franceses.. La fiscal general, Laure Chabaud, solicitó la pena máxima contra Pelicot, que fue detenido el 4 de noviembre, por las «violaciones agravadas» perpetradas contra su exmujer durante una década. «Veinte años es mucho, veinte años viviendo entre las cuatro paredes de una prisión es mucho, pero al mismo tiempo no es nada, es demasiado poco dada la gravedad de los actos cometidos», ha expresado Chabaud.. Durante su comparecencia ante el tribunal, Gisèle Pelicot relató cómo se enteró por boca de la Policía de la sumisión química a la que era sometida, que daba pie a «escenas de barbarie» en los que ella era «una muñeca de trapo, una bolsa de basura» a merced de medio centenar de hombres.. Los fiscales ha dado cuenta de al menos 92 violaciones durante diez años, aunque para la víctima durante años toda sospecha se limitó a lagunas temporales en su memoria. «Hasta nuestros amigos nos decían que éramos la pareja ideal», aseguró Pelicot durante una larga y sosegada exposición en la que situó como primera fecha relevante el 12 de septiembre de 2020.. Durante todo el proceso, Gisèle Pelicot se ha erigido en un icono feminista mundial al decidir que este juicio sea público y acudir a las sesiones a cara descubierta «para que la vergüenza cambie de bando».