A través de mi perfil @curiosisimo_ de Instagram, me preguntan por qué limpia el jabón y cuál es su origen.. El jabón limpia gracias a su capacidad para actuar como un agente emulsificante, lo que significa que puede mezclar agua y aceite, dos sustancias que normalmente no se mezclan.. Científicamente, el jabón está compuesto de moléculas que tienen dos extremos diferentes: una cabeza hidrofílica (que atrae el agua) y una cola hidrofóbica (que repele el agua pero atrae las grasas y aceites).. Cuando usas jabón con agua, las colas hidrofóbicas se adhieren a la grasa y la suciedad, mientras que las cabezas hidrofílicas se aferran al agua. Esto permite que el agua elimine la grasa y la suciedad, dejando las superficies limpias. Este proceso se llama micelización, donde las moléculas de jabón forman micelas que encapsulan la grasa, facilitando su eliminación con agua.. El origen del jabón se remonta a la antigua Mesopotamia, alrededor del 2800 a.C., donde se encontraron registros de una sustancia similar hecha de grasa animal y cenizas. Los egipcios también usaban una mezcla de aceites y sales alcalinas para lavar sus cuerpos. Sin embargo, fue en la Edad Media cuando los jabones comenzaron a fabricarse de manera más estandarizada en Europa, utilizando grasas animales y aceites vegetales.. Con el tiempo, el jabón evolucionó hasta convertirse en un elemento básico en la higiene personal y doméstica, esencial para la limpieza y la salud.. Existe una leyenda (muy probablemente, leyenda urbana) que cuenta que el jabón fue descubierto accidentalmente en la Antigua Roma, cuando las mujeres que lavaban ropa en el río Tíber notaron que sus manos y prendas quedaban más limpias gracias a una sustancia que bajaba del ‘monte Sapo’. En la cima del monte, se realizaban sacrificios de animales, y la grasa mezclada con cenizas se arrastraba hacia el río, creando un compuesto limpiador. Este proceso, llamado saponificación, es la reacción química entre ácidos grasos y un álcali. Se cree que tanto la palabra ‘saponificación’ como ‘sapone’ (jabón en italiano) derivan de este mito.. Disfruta de más curiosidades como esta en el nuevo libro de Alfred López: ‘Esto es CURIOSÍSIMO’
El jabón limpia gracias a su capacidad para actuar como un agente emulsificante, lo que significa que puede mezclar agua y aceite, dos sustancias que normalmente no se mezclan.
A través de mi perfil @curiosisimo_ de Instagram, me preguntan por qué limpia el jabón y cuál es su origen.. El jabón limpia gracias a su capacidad para actuar como un agente emulsificante, lo que significa que puede mezclar agua y aceite, dos sustancias que normalmente no se mezclan.. Científicamente, el jabón está compuesto de moléculas que tienen dos extremos diferentes: una cabeza hidrofílica (que atrae el agua) y una cola hidrofóbica (que repele el agua pero atrae las grasas y aceites).. Cuando usas jabón con agua, las colas hidrofóbicas se adhieren a la grasa y la suciedad, mientras que las cabezas hidrofílicas se aferran al agua. Esto permite que el agua elimine la grasa y la suciedad, dejando las superficies limpias. Este proceso se llama micelización, donde las moléculas de jabón forman micelas que encapsulan la grasa, facilitando su eliminación con agua.. El origen del jabón se remonta a la antigua Mesopotamia, alrededor del 2800 a.C., donde se encontraron registros de una sustancia similar hecha de grasa animal y cenizas. Los egipcios también usaban una mezcla de aceites y sales alcalinas para lavar sus cuerpos. Sin embargo, fue en la Edad Media cuando los jabones comenzaron a fabricarse de manera más estandarizada en Europa, utilizando grasas animales y aceites vegetales.. Con el tiempo, el jabón evolucionó hasta convertirse en un elemento básico en la higiene personal y doméstica, esencial para la limpieza y la salud.. Existe una leyenda (muy probablemente, leyenda urbana) que cuenta que el jabón fue descubierto accidentalmente en la Antigua Roma, cuando las mujeres que lavaban ropa en el río Tíber notaron que sus manos y prendas quedaban más limpias gracias a una sustancia que bajaba del ‘monte Sapo’. En la cima del monte, se realizaban sacrificios de animales, y la grasa mezclada con cenizas se arrastraba hacia el río, creando un compuesto limpiador. Este proceso, llamado saponificación, es la reacción química entre ácidos grasos y un álcali. Se cree que tanto la palabra ‘saponificación’ como ‘sapone’ (jabón en italiano) derivan de este mito.. Disfruta de más curiosidades como esta en el nuevo libro de Alfred López: ‘Esto es CURIOSÍSIMO’
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