Se escuda en que Cerdán lo engañó y le creyó. No habrá elecciones ni crisis de Gobierno. Trata de aislar al Ejecutivo poniendo el foco en el partido Leer
Cuarenta y cuatro días después, y también obligado por una causa de fuerza mayor, Pedro Sánchez compareció ante los medios de comunicación. El informe de la UCO que describe una organización criminal en la cúpula del PSOE, con Santos Cerdán como «la persona encargada de gestionar los presuntos pagos» llevó al presidente del Gobierno a comparecer por primera vez desde que está en La Moncloa en Ferraz, la sede nacional de su partido, del que es secretario general.. Tras un atril con el lema «España responde» y las siglas de su partido como fondo, Sánchez, ha pedido «disculpas y perdón» a la ciudadanía por los indicios de corrupción -lo ha hecho en varias ocasiones-, pero ha evitado asumir responsabilidades. Rictus serio. Se escuda en que Cerdán le engaño -«El PSOE y yo como secretario general no debimos confiar en él»- y descarta un anticipo electoral pese a la difícil situación en la que queda el partido y el Gobierno: «Convocatoria electoral no va a haber hasta 2027». También descarta una crisis de Gobierno porque niega que «esté afectando al Gobierno». Una opinión que no todos en el partido y en el Ejecutivo comparten.. En los últimos días, según ha sabido EL MUNDO, Sánchez y su núcleo han hablado en varias ocasiones con Santos Cerdán, para preguntarle por las informaciones que apuntaban a su implicación en la trama Koldo. Este mismo miércoles por la noche, Cerdán negó a Sánchez la veracidad de lo que luego ha corroborado el informe de la UCO. «Queríamos creer que no nos mentía», lamentan ahora fuentes del Gobierno, donde la palabra que más repiten los miembros del Ejecutivo, incluido Sánchez, es «decepción». Saben que la apuesta fue por creer su palabra y defenderlo, llegando a poner «la mano en el fuego» por él. «Los indicios de la Guardia Civil es una enorme decepción», ha confesado el secretario general socialista.. Sánchez ha querido tratar de zanjar esta crisis antes de desplazarse al Palacio Real, donde este jueves participa junto al Rey en el acto conmemorativo del 40º aniversario de la adhesión de España a las Comunidades Europeas.. Cerdán ha estado en la mañana de este jueves en La Moncloa, antes de ir al Congreso, y a mediodía, tras conocerse el informe de la UCO ha hablado con Sánchez, momento en que éste le ha pedido su dimisión y que entregara el acta. Cerdán, en esa conversación telefónica, ha insistido en su «inocencia». «Tendrá que ser la Justicia quien dirima esta cuestión», ha sostenido el secretario general socialista. Pretende Sánchez, ahora ya descreído con su lugarteniente, mostrar contundencia. «Desgraciadamente en este mundo no existe la corrupción cero pero sí debe existir la tolerancia cero cuando esta se produce».. «Quiero pedir perdón porque hasta esta misma mañana estaba convencido de la integridad de Santos Cerdán», ha dicho Sánchez. «Hasta esta mañana consideraba veraces todas las explicaciones que había solicitado». Sánchez, igual que otros miembros del Gobierno consultados por EL MUNDO, defienden que se han enterado en la mañana de este jueves, y tras publicarse en los medios, del contenido del informe de la UCO. Es más, la situación fue tan «a ciegas» que algunos socialistas se ponían en contacto con los periodistas para solicitarles el informe. En el Congreso, además de Cerdán, eran varios los socialistas que lo consultaban en sus móviles.. Cerdán era la persona en la que Sánchez confió para llevar las riendas del partido. Lo nombró lugarteniente en el congreso de Sevilla, celebrado a finales de 2024, pese a las dudas que existían ya en el partido, las reticencias por su vinculación con Koldo García, toda vez que ya había estallado la trama Koldo. Fue Cerdán quien lo trajo a Madrid, se conocían de Navarra, y en el partido sostenían ya entonces que había quedado «tocado».. En el informe de la UCO se recoge una conversación a finales de 2023 entre Cerdán y García, en la que éste último dice: «(…) me dijeron que en el parlamento europeo, sí, sí, estuvieron hablando con el Presidente y el Presidente dijo que yo era un corrupto y que me quería muerto».. Sánchez ha comparecido en Ferraz en una estrategia para tratar de aislar al Gobierno del impacto de que sus dos últimos secretarios de Organización. La tesis del jefe del Ejecutivo es que «esto no está afectando al Gobierno» porque se habla del secretario general del partido.. Así, los esfuerzos se centran en poner el foco en el partido no en el Gobierno. No habrá ni adelanto electoral ni crisis de Gobierno, pero sí habrá remodelación de la Comisión Ejecutiva Federal del partido y una auditoría externa para analizar las cuentas y querer demostrar que no ha habido financiación ilegal.. El partido debe nombrar ahora a un nuevo secretario de Organización. Sánchez no ha dado pistas de quién puede ser. Todo se dirimirá en el Comité Federal que se celebra a principios de julio.
España // elmundo
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